Cabello espectacular, sin importar la temporada
El cabello de mujeres, hombres y niños se ve afectado por los cambios climáticos estacionales. En verano, el cabello tiende a secarse más debido al calor y la exposición al sol, mientras que en invierno, puede volverse quebradizo y débil por el frío y la calefacción interior. Por eso, como tenemos lectores tanto del hemisferio norte que entran en la primavera-verano como del hemisferio sur que entran en el otoño-invierno, aquí hay algunos consejos para todos.
Como experta en belleza, puedo decirte que el mejor accesorio que cualquiera puede lucir es un cabello hermoso, bien cuidado y lujoso. La buena noticia es que todos pueden lograr este objetivo con dedicación y los productos adecuados y de alta calidad. Sabemos que el sol, el viento y el agua salada o clorada pueden ser bastante agresivos para el cabello, especialmente si está decolorado o teñido; más adelante en la nota, explicaré por qué es necesario un cuidado especial.
Estos consejos te ayudarán a mantener tu cabello sano y brillante. Y recuerda, estos consejos no son sólo para mujeres, sino que aplican para toda la familia. ¡Vamos a ello!
Hidratación intensiva – Verano
El sol y el agua salada pueden deshidratar tu cabello rápidamente. Antes de ir a la playa o a la piscina, humedece tu cabello y aplica una mascarilla hidratante profunda. Te recomiendo una a base de aceites esenciales como el de coco, macadamia, argán, entre otros.
Protección solar para el cabello, especialmente en verano
Muy importante. Así como proteges tu piel del sol, tu cabello también necesita protección. Ni que decir tiene, utiliza un sombrero. Utiliza productos capilares con protección UV. Existen sprays termoprotectores que funcionan perfectamente para proteger el cabello del sol, y cremas específicas que forman una barrera contra los rayos UV, previniendo daños.
Evitar herramientas de calor: Verano/Invierno
Intenta minimizar el uso de herramientas de calor como secadores y planchas para el pelo. Si debes utilizarlas, aplica un spray protector térmico antes de utilizarlas. El sol ya aporta suficiente calor y añadir más puede dañar tu cabello. Y si estás en el frío, las bajas temperaturas pueden quemar tu cabello, así que siempre aplica un protector térmico antes de secarte el cabello con secador. En verano, opta por peinados naturales y deja que tu cabello se seque al aire. Aprovecha para hacer alarde de tu melena natural y aplica geles o cremas de peinado con cierta fijación para controlar el encrespamiento si es necesario.
Enjuague después de nadar: verano
Después de nadar en el mar o en la piscina, es fundamental enjuagar el cabello con agua fresca lo antes posible. Esto ayuda a eliminar la sal y el cloro, que pueden dejar el cabello seco y quebradizo. Te recomiendo que lleves una botella con pulverizador de agua, así no tendrás que buscar una ducha. Simplemente rocía suficiente agua sobre tu cabello y sécalo con una toalla, luego aplica un acondicionador sin enjuague o una mascarilla hidratante para seguir protegiendo tu cabello mientras te expones al sol. Si puedes, recógetelo en un moño. Una vez en casa, lávalo con un champú hidratante y aplica acondicionador.
Peinados protectores: verano/invierno
Tanto en verano como en invierno, utiliza peinados que protejan tu cabello del sol y del viento. Las trenzas, los moños y las coletas altas son excelentes opciones que lucen chic y te permiten usar sombreros en verano y gorros en invierno.
Hidratación desde dentro: verano/invierno
No olvides que la hidratación empieza desde dentro. Bebe mucha agua y come alimentos ricos en vitaminas y minerales que benefician a tu cabello, como frutas, verduras, frutos secos y pescado. Te recomiendo suplementos como Biotina, Vitamina E y Vitamina C.
Accesorios de protección: Verano/Invierno
Utiliza sombreros, bufandas o gorras para proteger tu cabello del sol directo y del frío, la lluvia o la nieve. Además de ser accesorios de moda, proporcionan una barrera física contra los dañinos rayos UV y el frío.
Recortes regulares: Verano/Invierno
Mantén las puntas del cabello sanas cortándolas con regularidad. El sol, el agua salada, las bajas temperaturas y los cambios climáticos pueden provocar que las puntas se abran más rápidamente, por lo que debes cortarlas cada 6 u 8 semanas.
Evite los productos con alcohol: verano/invierno
Muchos productos para el cabello contienen alcohol, que puede resecar mucho el cabello. Revise las etiquetas y evite aquellos que contengan alcohol, optando por fórmulas más suaves y naturales.
Tratamientos nocturnos: verano/invierno
Aprovecha la noche para aplicar tratamientos intensivos. Utiliza aceites naturales como el de almendras o el de jojoba, o productos que contengan una mezcla de aceites curativos. Aplica el tratamiento de la siguiente manera: lava tu cabello con un champú hidratante, sécalo con una toalla, aplica la crema de tratamiento, ponte un gorro de plástico y déjalo actuar durante toda la noche. Enjuaga por la mañana. El calor que crea el gorro de plástico y el tiempo de exposición del producto ayudarán a mantener tu cabello hidratado y fuerte.
Si tu cabello está decolorado o teñido, es especialmente vulnerable al sol, al agua clorada y al daño causado por el agua salada, así como al frío intenso, la nieve y la lluvia. A continuación, te explicamos por qué es necesario prestarle especial atención:
Mayor fragilidad
La decoloración descompone las proteínas del cabello, dejándolo más débil y frágil. El proceso elimina la melanina, la proteína responsable del color natural, debilitando la estructura del cabello y haciéndolo más susceptible a los daños externos.
Deshidratación extrema
El cabello decolorado tiende a ser más poroso y a perder humedad más rápidamente. La exposición al sol o al frío puede exacerbar esta condición, provocando sequedad extrema y puntas abiertas. Los rayos UV dañan la cutícula del cabello y penetran más fácilmente en las hebras porosas del cabello decolorado.
Daños por cloro
El agua clorada puede reaccionar con la cutícula abierta del cabello decolorado, provocando decoloración y un efecto seco y quebradizo. El cloro puede interactuar con los químicos residuales de la decoloración, aumentando el riesgo de daños. En casos extremos, el cloro puede incluso dar al cabello decolorado un tono verdoso.
Efectos del agua salada
El agua salada absorbe la humedad del cabello debido a su alta concentración de sal, lo que hace que el cabello decolorado quede aún más seco y más propenso a romperse. La sal también puede acumularse en la superficie del cabello, lo que dificulta la absorción de la humedad y los nutrientes esenciales.
Oxidación y pérdida de color
La exposición al sol puede provocar oxidación, que afecta especialmente al cabello decolorado, acelerando la pérdida de color y el deterioro del tono. Los rayos UV pueden descomponer los pigmentos artificiales del cabello teñido, lo que da lugar a un color opaco y desigual. Te recomiendo utilizar un champú morado que elimine los tonos naranjas oxidados, que puedes utilizar una vez cada tres lavados.
Aumento de la porosidad
La decoloración aumenta la porosidad del cabello, lo que facilita la penetración de contaminantes y sustancias nocivas. Un cabello más poroso no solo pierde humedad con mayor facilidad, sino que también absorbe sustancias nocivas del agua salada y el cloro con mayor rapidez.
Pérdida de elasticidad
El cabello decolorado pierde elasticidad, lo que lo hace más propenso a romperse bajo estrés físico como el peinado o la exposición a elementos agresivos. La falta de elasticidad significa que el cabello no puede volver a su forma original después de estirarse, lo que aumenta el riesgo de daño mecánico. Use mascarillas que devuelvan elasticidad, fuerza y brillo a su cabello.
Necesidad de cuidados adicionales
El cabello decolorado requiere cuidados y productos específicos para mantener su salud. Entre ellos se encuentran productos hidratantes, protectores UV y tratamientos reparadores que pueden ayudar a mitigar los efectos dañinos del sol, el cloro y la sal.
Siguiendo estas recomendaciones y comprendiendo los riesgos, podemos mantener el cabello decolorado en óptimas condiciones, incluso durante las exposiciones más intensas al sol, al agua salada o clorada, al frío extremo, a la nieve y a la lluvia.
Toda la familia necesita cuidar su cabello siempre, pero especialmente aquellos que han sido sometidos a algún proceso químico.