La rutina de cuidado definitiva para unos rizos perfectos
La rutina de cuidado definitiva para unos rizos perfectos
Por Leonardo Rocco
Los rizos son hermosos, intensos y expresivos, pero requieren un cuidado muy específico para mantenerlos. A diferencia del cabello liso, las texturas rizadas son naturalmente más secas, porosas y frágiles. ¿Por qué? Porque los aceites naturales que produce el cuero cabelludo tardan mucho más en descender por el tallo curvo de un rizo que en las hebras lisas. El resultado: los rizos tienden a carecer de hidratación, definición y protección, a menos que les demos lo que necesitan.
Si alguna vez te has sentido frustrada por el frizz, la rotura o los rizos sin forma, no estás sola. Pero la solución no es complicada: se trata de comprender la estructura de tu cabello y brindarle un cuidado constante e intencional.
Repasemos los 7 pilares de una rutina saludable para el cabello rizado, respaldados por mis años de experiencia como estilista profesional y fundadora de Rocco Donna Professional.
1. Limpieza suave
La limpieza es la base de todo cuidado capilar. Para el cabello rizado, es fundamental evitar los tensioactivos agresivos que eliminan sus aceites naturales.
Que utilizar: A champú sin sulfatos Elimina suavemente la acumulación de suciedad sin resecar el cuero cabelludo ni los rizos. Busca ingredientes como aloe vera, té verde o extracto de avena que suavizan e hidratan.
Con qué frecuencia: Dependiendo de la producción de grasa de tu cuero cabelludo, una o dos veces por semana suele ser suficiente. Entre lavados, refresca tu cuero cabelludo con agua o un co-wash suave si es necesario.
2. Hidratación semanal
La hidratación es la mejor amiga de los rizos. Las mascarillas semanales son imprescindibles, no un lujo.
Que utilizar: Un tratamiento profundamente hidratante como el Mascarilla de chocolate ultrahidratante De Rocco Donna Professional. Rico en antioxidantes y emolientes, ayuda a restaurar la suavidad y elasticidad.
Pro consejo: Aplicar sobre el cabello húmedo, cubrir con un gorro de ducha y dejar actuar de 15 a 30 minutos. Para una mayor absorción, envolver en una toalla tibia o usar un secador de casco.
3. Nutrición Profunda
La hidratación mantiene el cabello suave, pero nutrición Lo mantiene fuerte. Los rizos son propensos a la pérdida de proteínas, especialmente si están teñidos, peinados con calor o expuestos al sol y la contaminación.
Que utilizar: Aceites naturales como el de argán, coco o pequi, combinados con tratamientos ricos en proteínas or complejos de aminoácidos (como las inyecciones de proteína). Estas ayudan a reconstruir la estructura del cabello y a reducir la rotura.
¿Cuándo? Alterna entre tratamientos de hidratación y proteínas según las necesidades de tus rizos. Si tus rizos se sienten blandos o sin vida, quizá sea hora de un aporte extra de proteínas.
4. Definición de ingravidez
La clave para unos rizos definidos reside en el equilibrio entre control y libertad. Buscamos fijación sin pesadez y forma sin rigidez.
Que utilizar: Cremas, mousses y geles de peinado ligeros para rizos con fijación flexible. Elige opciones sin alcohol ni silicona que definen sin dejar el cabello crujiente.
Consejo de aplicación: Aplica siempre los productos de peinado sobre el cabello mojado, apretándolo desde las puntas hasta la raíz. Esto ayuda a fijar el rizo y a retener la humedad.
5. Protección diaria
Factores cotidianos como el calor, la humedad y la fricción pueden arruinar un día de rizos perfectamente bueno.
Qué hacer:
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Aplicar siempre una protector térmico antes de utilizar herramientas de calor.
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Limite el uso de planchas y utilice una difusor a fuego lento cuando se seca con secador.
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Evite tocar su cabello una vez peinado: altera la definición y crea frizz.
6. Adornos regulares
Las puntas abiertas son el peor enemigo de los rizos. Una vez que se abren, el daño se extiende hacia arriba, arruinando la forma y la textura.
Cuándo recortar: Cada plan 8 a 12 semanasUna ligera capa en las puntas ayuda a mantener la forma y el movimiento del corte, y evita el temido efecto "triángulo" en peinados más largos.
7. rutina nocturna
Tu cabello no descansa cuando duermes, entonces tu rutina tampoco debería hacerlo.
Cómo proteger los rizos durante la noche:
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Duerme sobre una funda de almohada de seda o satén. para reducir la fricción y el frizz.
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Piña en tu cabello (átalo sin apretar en la parte superior de la cabeza) o trénzalo suavemente para preservar el patrón del rizo.
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Evite las fundas de almohada de algodón, ya que absorben la humedad y dañan la cutícula del cabello.
Conclusión
Los rizos no tienen una textura uniforme. Son personales, expresivos y cambiantes. Pero también necesitan atención constante para prosperar. Cuando les das a tus rizos el cuidado adecuado (limpieza suave, hidratación profunda, nutrición, definición y protección), empezarás a descubrir su verdadero potencial.
Los rizos sanos no solo son bonitos, sino que te empoderan. Haz que tu rutina se convierta en un ritual, tus productos en tus aliados y tu cabello en tu sello personal.
Como siempre digo: Los rizos no son para controlarlos. Son para celebrarlos.
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